Bienvenida

Este blog está dedicado a Japón, pero en especial al tiempo que pasé en Kioto. Cualquier pregunta es bienvenida, aunque hay excepciones.
Antes de preguntar algo, me será muy difícil contestar preguntas referentes a precios y tipo de cambio, ya que ambos cambian cada día, por lo que les recomiendo cotizar cada precio que quieran saber en páginas especializadas.

jueves, 16 de abril de 2015

Viajar en economy class

Por fin estoy en Japón, llevo más de una semana aquí... y no todo es como lo esperaba. Digo, es bonito, pero la frase que me repetí a mí misma todo el tiempo fue "estoy loca", pues sólo a mí se me ocurre traer maletas tan pesadas y una mochila que apenas y puedo con ella. Siendo realista, en México siempre hay alguien que cargue mis cosas más pesadas.

Pero una de las cosas que peor llevé fue la de los aviones, tres aviones no es algo recomendable, especialmente cuando una de las etapas incluye 12 horas en clase economy (coach, turista, la más barata, como gusten llamarle). Ahí va un pequeño recuento de los daños. SPOILER: No me rompí ni lastimé siquiera la espalda, no sé a qué santo me encomendó mi quiropráctico, pero funciona.

Aeropuerto Benito Juárez

A las 7 am me dejaron mi mamá y mi hermana en el aeropuerto de la Ciudad de México. En este viaje descubrí que puedo amar este aeropuerto, gente que me habla en mi idioma, área de comida fuera del área de seguridad, todavía tenía plan de datos en mi celular. Nadie sabe lo que tiene hasta que sabe que no lo va a ver en 1 año, no me había dado cuenta cuán eficiente es nuestro aeropuerto (comparado con el de Los Ángeles).

México - Los Ángeles

4 horas de vuelo en economy por United. Fue tortuoso pero logré dormir para reponer la desmañanada y la hora que nos quitó el horario de verano. Aquí no te dan nada y el aeromozo (que tenía todo menos de buen mozo), al igual que todos en el vuelo, se proponía a hablar sólo en inglés. Economy es sinónimo de piernas apretadas, pero lo soporté. Estuvo feito el vuelo, lo bueno es que había un padre (sacerdote) en mi misma fila, así que había quien rezara por nosotros los ateos.
Aquí no caben mis piernas, no y no
Bueno, cupieron piernas y mochila
Adiós México
Vista espectacular de los volcanes
Adiós Popocatépetl e Iztacihuatl
Hola Los Ángeles

LAX

Mi mayor dolor de cabeza. Primero llegué a la terminal 7, pero ANA (All Nippon Airways), que es la aerolínea con la que tenía la conexión, sale de la terminal internacional. Otro punto a favor del Benito Juárez, pues en México ambas terminales son internacionales. Así que a tomar un horrible autobús para cambiar de terminal, pero no conformes con eso, el autobús que tomé hizo un tour larguísimo por los estacionamientos externos (supongo que eran externos) del aeropuerto, sólo para detenerse en la última parada y hacernos cambiar de autobús a los que íbamos a la terminal internacional. Todo esto con las dos maletas pesadísimas y el cansancio empezando a llegar a mis bracitos.

En la terminal internacional me dijeron que no hay servicios de lockers y que ellos no pueden decir el nombre de la compañía externa que tiene este servicio, además insistieron en que sí hay servicio de WiFi gratuito en el aeropuerto, al que nunca pude acceder. Así que con maletas en mano y con todo el cansancio del mundo, di vueltas entre los asientos y la salida, que no es muy variada la zona, salía a tomar el sol y regresaba a sentarme y así ad infinitum. Eso sí, decidí rentar (que no estoy para gastar, pero bueno) un carrito por 5 dólares, para tener dónde poner las maletas, que era lo que me retenía en el aeropuerto. Esto me dio movilidad y pude ir a comprar algunas cosas (botaneables) para comer, lamentablemente los precios de aeropuerto duelen en cualquier cartera.

Cuando ANA por fin abrió sus mostradores, todavía faltaban 4 horas para el vuelo, pero eso quería decir que esperaría (por fin) sin la carga de las maletas. Después de pasar un chequeo aleatorio de cuerpo completo (te meten dentro de una cosas que te escanea sin siquiera tocarte), pude por fin entrar al área de restaurantes. Como estaba en Estados Unidos y no había podido salir para nada dentro de la ciudad, decidí que de menos no me iba a ir sin probar una hamburguesa. En resumen, hamburguesa buena, papas saladas, todo caro.

Expensive
Y pequeño
Pero la hamburguesa estaba buena, la verdad sea dicha. Las papas, no.

Los Ángeles - Tokio

El vuelo más largo de mi vida, alguien que me explique por favor cómo lo sobreviví. El cansancio ya era real y creo que aún lo traigo puesto. Viajar 12 horas en economy, después de estar en LAX algo así como 14 horas porque el vuelo se retrasó casi una hora en salir, fue mortal. Japón es lindo, merece la pena el esfuerzo, pero estoy pensando seriamente pagar una diferencia en mi viaje de regreso y venirme en economy plus o como se llame, con espacio para mis piernas.

Pantalla a bordo donde se podían ver películas o el avance del vuelo.
Bonus points: había dos niñitos (sí, chamacos hombres los dos) atrás de mí, hablaban japonés e inglés y la que parecía su madre traía un crío en brazos, así que se la pasaba caminando por el pasillo, dejando a los pequeños demonios sin vigilancia, mientras me pateaban el asiento.

Pero el desayuno me ayudó a sentirme mejor, pedí el de estilo japonés y estaba bueno. La comida fue un plus. Poco después de despegar nos dieron un sándwich, que pensé que sería lo único que nos iba a tocar a los de economý, pero depués nos despertaron con el desayuno, a las 4 am hora de Japón.

Muy bueno el desayuno de ANA, muchas cosas que no conozco, arroz, salmón, fruta, sopa miso y soba

Haneda

Bienvenidos a la tecnología, conocí mi primer baño tecnológico, para el que tuve que leer las instrucciones para usarlo (estaba más ocupada en otras cosas que en querer tomarle una foto). También conocí el WiFi gratis de alta velocidad, pude subir fotos, avisarle al mundo que estaba en Japón, usar WhatsApp y demás monadas, volví a la vida (internet es como el oxígeno últimamente para mí). Hacía frío y llovía, gracias por la recepción tan húmeda Tokio.

Sabes que estás en Japón cuando sólo ves aviones de ANA y JAL. Y llovía, llovía.
Aquí pude tomar un carrito gratis (no como en LA) y llevar mis maletas hasta el otro mostrador de ANA, en donde amablemente y con diligencia las recibieron, el check-in lo llevaba desde Los Ángeles y eso hizo más rápido el proceso.

Al llegar al primer puerto de entrada a un país, hay que pasar (a fuerza) la aduana, en este caso fue en Haneda, a las 5 de la mañana de un martes, para ser un aeropuerto internacional, estaba medio vacía la fila. Eso sí, pasé más rápido porque había muchas personas japonesas y turistas, yo pasé a una ventanilla especial para residentes. Ahí me dieron mi tarjeta de residencia, que es mi única identificación en Japón y es la que sustituye a la Alien Card. Fue muy rápido, entregué mis papeles, la gente es amable, no como en Estados Unidos que te tratan de tonto si olvidaste qué forma es la que debías entregar y ni sonríen al hacer su trabajo (sí, me lo hicieron al llegar a Estados Unidos).

Tokio - Osaka

Oh Dios, conocí lo que es viajar con las piernas totalmente estiradas, no sé (ni quiero preguntar) por qué me tocó uno de los asientos de adelante, el 8A, con ventanita como lo pedí, pero también parecía un economy plus o business, maravilloso. Eso sí, creo que era la única mujer en el vuelo (ok, creo que vi a una mujer pero estaba en los asientos de más atrás), estaba lleno de sarariiman (hombres vestidos de traje).

Ahora, esto es viajar
La bebida de cortesía fue un té verde frío con sabor a té verde (había muchas más, pero elegí té), no a agua de sabor con azúcar (perdón Lipton y anexos en México).

KIX

Otro lindo aeropuerto. Rápidamente me conecté al WiFi gratuito apenas salí del avión, fue un poquito más sencillo que en Tokio, pues en Haneda tuve que registrarme, en japonés. Aquí sólo le pedí conectarme y ya estuvo. Sirvió para escribirle a mi familia, nuevamente, que había llegado al aeropuerto de Osaka, que no está en Osaka. Por cierto, acabo de leer que es el aeropuerto más eficiente del mundo, ¿será?

En cuanto salí, ya había un humano esperándome con mi nombre completo (invirtió una letra, pero bueno) en un cartelito. Tomó mis cosas, que puse en un carrito, se las llevó a un elevador, me guió hacia un piso más abajo, me pidió amablemente (razón para amar este país) que me sentara en la sala de espera en lo que hacía algo de papeleo y después nos llevaron a una camioneta, donde el chofer nos hizo el cobro a todos los presentes y partió hacia Kioto.

Osaka - Kioto

Fue un viaje lleno de japoneses, la camioneta que nos llevó iba en una autopista, pasó muchas casetas y yo me quedaba maravillada cada que pasaba rápidamente por una de ellas. Enfaticé lo de que fue un viaje lleno de japoneses, pues todos se iban durmiendo, con esa capacidad de sentarse y dormir. Será que yo era la única que veía por primera vez Japón.

Se ve lindo ese lugar, quiero ir, pero no sé dónde es
Creo que íbamos en la dirección correcta
Si todo lo anterior no me decía que estoy en Japón, los cerezos lo hacen

El sur de Kioto, eso es bueno

Estas vistas dentro de la ciudad son comunes, de menos por donde entré

Kioto

Después de más de 1 hora de camino, llegamos a un lugar lleno de camionetas de la misma empresa, ahí nos llevaron a cada quién a una camioneta diferente, a mí me tocó solita y esta nueva camioneta me llevó a mi destino final. El edificio donde está mi departamento.

Ahí estuve como 1 hora entre firmar contrato y pagar, además todavía no estaba limpio mi departamento, estaban todavía en el proceso de limpieza. Resulta que aquí la limpieza parece ser echar agua en abundancia, pues cuando entré por fin al departamento/microcasa, me mojé las calcetas. Obviamente después compré jabón para lavar bien los trastes antes de realmente usarlos.

Después de instalarme, taparme bien, dejar las maletas, cambiarme las calcetas y ordenar un poco mis ideas, me fui a mi primer encuentro con la escuela, en donde había quedado de llegar a las 14:00, pero todavía no era ni la 1 apenas, así que decidí caminar y llegué como 13:30.

Las aventuras de la escuela en un próximo post.

La tardanza en publicar no ha sido por falta de tiempo, al principio fue por falta de WiFi, mis fotos se suben automáticamente a DropBox pero sólo en redes WiFi y necesitaba comprar un router WiFi, por suerte me pasaron un tip para convertir mi computadora en router WiFi y pasar internet a mi celular.

Otra razón es que me he estado acostumbrando apenas a la escuela, mi horario es feo y espero progresar lo suficiente para avanzar a los grupos matutinos.


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